Las ceremonias de entrega del premio de la Orden del Tornillo, eran encuentros organizados por Quinquela en su casa. En la celebración comían fideos de colores, presidida por el artista ataviado con un traje de almirante, cuyos botones eran tornillos. La ceremonia consistía en hacer girar al homenajeado, mientras Quinquela con un bastón lo golpeaba en el hombro y le decía: ¡bueno, ya estas atornillado, ¡¡pero no te lo ajustés mucho porque eso no es bueno!!. Además les sugería que lo mantuviesen siempre un poco flojo para conservar esa locura luminosa que los hacía especiales. Entre las numerosas personalidades que recibieron la Orden del Tornillo, encontramos a artistas plásticos, actores, músicos, cantantes, literatos, médicos, vecinos boquenses, representantes diplomáticos... La Orden del Tornillo llegó a ser mundialmente célebre, y en 1966, uno de los premiados fue Charles Chaplin.